Cuando las partidas son un caos, un lío infinito, el
ajedrez se convierte en divertido e imprevisible.
Evidentemente no todos los jugadores pueden soportar
jugar partidas con tanta tensión, eso es algo que va
unido de forma indisoluble al carácter de cada cual y a
su capacidad de cálculo.
La cita era importante, nada menos que un Interzonal (la
antesala del torneo de candidatos), aunque ambos
jugadores no estaban realizando un buen torneo y no tenían
ninguna posibilidad de aspirar a los primeros puestos.
Tal vez por eso decidieron jugar sin miedo lanzándose
por un abismo del que no podían ver el fondo. El
resultado, una posición caótica que daría para muchas
horas de análisis. Hay que decir que en los compases
finales de la partida ambos jugadores tenían apuros de
tiempo, lo que hace que el juego no sea exacto, aunque
si muy meritorio. |