Pocas cosas hay más divertidas en ajedrez que un ataque
directo contra el enroque. Aquí Konstantin Landa parece
el presidente de una empresa de demoliciones y hace su
trabajo con sobriedad y rapidez, sin duda un negocio
serio. En un abrir y cerrar de ojos enroque del rey
negro ha quedado reducido a polvo y cenizas, los peones
que lo conformaban ya no existen y la dama blanca puede
entrar hasta la mismísima habitación del rey. Una
visita inesperada y funesta, que ha costado la vida de
una torre, un caballo y un alfil, pero que ha dado una
victoria rápida y brillante a las blancas.
A veces es difícil poder contener este tipo de ataques.
Las negras se han enrocado, tienen un caballo en f6 y el
otro caballo en la reserva preparado para defender a su
hermano de sangre, y el alfil también en situación
defensiva. Todo parece bastante correcto, pero la clave
está en el humilde peón de h5 que será el encargado
de aprovechar las ruinas del enroque para apoyar
decisivamente el ataque de la dama. Uno de los ataques más
contundentes y fulminantes que recuerdo. |