Creo que las personas que abogan por la eliminación de
las tablas en ajedrez deberían echar un vistazo a
partidas como esta. Lo que falla no es la posibilidad de
un empate, el problema está en la actitud de
determinados jugadores. Cuando muchos de los
profesionales que juegan este deporte, y que son bien
pagados por ello, saltan al ruedo sin ninguna intención
de luchar y buscan las tablas con descaro, y a veces de
forma bochornosa, algo está fallando. Cuando entre los
propios jugadores te encuentras más opiniones a favor
de este comportamiento que en contra, algo está
fallando. Cuando un deportista no lucha por la victoria,
oh si, algo está fallando.
Realmente, en ocasiones al aficionado no le queda más
remedio que añorar otras épocas donde se jugaba de
forma atrevida, donde el orgullo empujaba a buscar la
victoria y donde era una deshonra no luchar en el
tablero. La partida que se encuentra encima de estas
líneas es un buen ejemplo del espíritu que hoy se ha
perdido. Janowski, un jugador impetuoso y creativo, se
lanza a por la victoria con un arriesgado sacrificio que
le reporta una fuerte presión en el centro gracia a sus
peones. El problema es que su rey queda expuesto para el
resto de la partida... algo que no parece preocuparle en
exceso. Las maniobras para buscar los 3 peones pasados y
enlazados son puro espectáculo, con un dominio
excelente de la pareja de caballos (a pesar de ser
famoso por la utilización de los alfiles). Finalmente
Edward Lasker consigue salvar la comprometida situación
gracias a un jaque continuo... ¿Quién puede aburrirse
con una partida así?
Evidentemente las tablas deben seguir presentes en el
ajedrez. Lo que debería ser borrado para siempre es la
falta de actitud de unos profesionales que se preparan
duramente para la disputa de torneos y que cuando llega
el momento de competir simplemente no lo hacen.
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