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 Mejores partidas

¡¡Esto es la guerra!!

Homer Simpson en la guerra

Dubinin, Piotr - Petrov, Vladimir

Rostov 1936

1.e4 e6 2.d4 d5 3.Cc3 dxe4 4.Cxe4 Cd7 5.Cf3 Cgf6 6.Cg3 c5 7.dxc5 Axc5 8.Ad3 Db6 9.0–0 0–0 10.De2 Te8 11.c3 Cf8 12.Ce5 Cg6 13.Axg6 hxg6 14.h4 Dc7 15.h5 gxh5 16.Cxh5 Ch7 17.Cxg7 Rxg7 18.Dh5 Af8 19.Te1 Rg8 20.Te3 Te7 21.Tg3+ Ag7 22.Txg7+ Rxg7 23.Ah6+ Rh8 24.Td1 Cf6 25.Ag7+ Rxg7 26.Dg5+ Rh8 27.Dxf6+ Rg8 28.Td3 1–0

       

Después de 16...Ch7               Después de 21...Ag7                    Después de 24...Cf6

Visor

            Todo jugador de ajedrez suele tener su día de gloria, una partida en la que todo sale bien y la inspiración no le abandona hasta que se ha levantado de la silla. Esto le ocurrió a Piotr Dubinin, un jugador que no tuvo una carrera sobresaliente pero que logró firmar una obra de arte imperecedera de la que seguro se sintió muy orgulloso.

            Dubinin da una lección de como atacar un enroque poco defendido, en realidad es como si las negras jugasen con varias piezas de menos, las cuales no intervinieron en la partida mientras todas las blancas si lo hicieron... nunca hay que olvidar el concepto de desarrollo correcto de las piezas. Con este panorama, las blancas se dedicaron a devastar el enroque enemigo para entrar por la brecha con lo que les quedaba... un bello ejemplo de cálculo y precisión.

            Dubinin logró ser GM de ajedrez por correspondencia, modalidad en la que consiguió ser subcampeón del mundo, en 1962. Vivió una época complicada para el ajedrez soviético, justo después de la II Guerra Mundial, donde las autoridades restringían al máximo las apariciones de los soviéticos en los torneos europeos. El trabajo de esta generación de jugadores, sobre a todo a nivel teórico, facilitó la aparición de las jóvenes estrellas que marcarían una época en la historia del ajedrez.

 

 

 

 

 

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