La historia del ajedrez está plagada de buenos
jugadores que no alcanzaron gran relevancia, Jozsef Szen
es uno de ellos. De estilo muy sólido, no se dejó
seducir por el juego preciosista de la época romántica,
prefiriendo jugar partidas de corte posicional... de
hecho fue bautizado como 'el Philidor húngaro'.
Demostró su fuerza en el tablero al derrotar a
Labourdonnais por 13-12 (+13 -12) en un match en
el que el francés le daba un peón y dos jugadas de
ventaja. En varios match siguió confirmando que era uno
de los mejores ajedrecistas del mundo, aunque era una época
donde resultaba difícil demostrarlo ante la ausencia
total de torneos en los que poder participar.
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