La enemistad entre Alekhine y Capablanca es de las más
conocidas dentro del mundo del ajedrez. Las rencillas
entre ambos jugadores nacieron tras las constantes
negativas por parte de Alekhine a las proposiciones de
Capablanca para le celebración de un nuevo match por el campeonato del mundo,
una revancha que era reclamada por todo el mundo del ajedrez
pero que nunca se llevó a cabo.
Esta partida supuso una sabrosa venganza para
Capablanca. Alekhine llevaba casi diez años rechazando
cada proposición que Capablanca realizaba y durante
todo ese tiempo no se habían cruzado nunca en ningún
torneo. El motivo por el cual no coincidían en los
torneos está relacionado con la manipulación de
Alekhine, que ponía como condición a los organizadores
que si Capablanca participaba sus honorarios serían el
doble... lógicamente los organizadores optaban por no
invitar a Capablanca para poder contar con el vigente
campeón del mundo. Fue en Nottingahm, uno de los
torneos más fuertes de la historia, donde ambos se
volvieron a encontrar... lo cual pudo ocurrir porque en
aquella fecha Alekhine no era campeón del mundo (lo era
Euwe) y no tenía derecho a poner condiciones a los
organizadores.
Capablanca consumó su venganza, y lo hizo de forma
brillante, con una entrega de calidad que dio gran
actividad a sus piezas. Además, Capablanca se alzó con
el primer puesto del torneo empatado con un joven
jugador que mostraba muy buenas manera: Mikhail
Botvinnik. Podéis ver la clasificación del torneo en: Ver
tabla.
Antes de la partida, Alekhine trató de limar asperezas
con Capablanca a través de la esposa de éste. Alekhine
se acercó a ella cuando no se encontraba junto a su
marido y trató de justificar las continuas negativas a
jugar contra Capablanca, pero Olga no quiso escuchar las
excusas del campeón del mundo y le recriminó por su
comportamiento. Alekhine se marchó muy enfadado y el
abismo que separaba a ambos se agrandó. Cuando Olga
contó a su esposo lo ocurrido, Capablanca se enojó y
le dijo: "Creo que odio a Alekhine".
Capablanca
y Olga
Alekhine siempre dio la impresión de ser una persona ventajista, alguien que
se posicionaba siempre del lado del ganador. Así, apoyó
a los bolcheviques tras triunfar estos en la Revolución
de Octubre, para más tarde manifestarse a favor de los
nazis cuando los alemanes estaban ganando la II Guerra
Mundial. Realmente no creo que fuese pro-nazi, simplemente
buscaba lo mejor para su futuro en el tablero y esos
eran los vientos que parecían soplar en Europa. Aunque
una actitud como ésta pueda ser reprochable, al menos
hasta cierto punto, no hay que perder de vista algo muy
importante: como ajedrecista era genial, sin duda uno de
los grandes de la historia. |