Antonio Medina tiene un sitio preferencial en la
historia del ajedrez en España. Durante su dilatada
carrera obtuvo el entorchado nacional en 7 ocasiones,
nadie lo ha conseguido en más ocasiones, aunque Pomar e
Illescas le consiguieron igualar más tarde.
Medina supo competir en una época difícil para nuestro
país, acudiendo a prestigiosos torneos internacionales
a pesar de la cerrazón ideológica y de fronteras que
existía en España. Resulta curioso que sea recordado
por una manía que tenía cuando se encontraba en
posiciones perdedoras: se ponía a silbar. Esto le trajo
algunos problemas, como en una partida con Botvinnik
durante las Olimpiadas de 1964, al verse perdido
comenzó a silbar, algo que molestó a su rival que
avisó a su capitán, Kotov. Kotov avisó al capitán
español para que pusiese fin a ese comportamiento, a lo
que éste respondió: "mal van
las cosas",
Kotov, sorprendido, preguntó: "¿Por qué?",
la respuesta no se hizo esperar: "Medina se pone
a silbar cuando su posición es catastrófica".
Podéis comprobar vosotros mismos por qué silbaba
Medina:
|