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La mejor de Tahl para coronarse campeón del mundo

Tahl concentrado en una partida

Botvinnik, Mikhail - Tahl, Mikhail

Campeonato del mundo, Moscú 1960

1.c4 Cf6 2.Cf3 g6 3.g3 Ag7 4.Ag2 0–0 5.d4 d6 6.Cc3 Cbd7 7.0–0 e5 8.e4 c6 9.h3 Db6 10.d5 cxd5 11.cxd5 Cc5 12.Ce1 Ad7 13.Cd3 Cxd3 14.Dxd3 Tfc8 15.Tb1 Ch5 16.Ae3 Db4 17.De2 Tc4 18.Tfc1 Tac8 19.Rh2 f5 20.exf5 Axf5 21.Ta1 Cf4 22.gxf4 exf4 23.Ad2 Dxb2 24.Tab1 f3 25.Txb2 fxe2 26.Tb3 Td4 27.Ae1 Ae5+ 28.Rg1 Af4 29.Cxe2 Txc1 30.Cxd4 Txe1+ 31.Af1 Ae4 32.Ce2 Ae5 33.f4 Af6 34.Txb7 Axd5 35.Tc7 Axa2 36.Txa7 Ac4 37.Ta8+ Rf7 38.Ta7+ Re6 39.Ta3 d5 40.Rf2 Ah4+ 41.Rg2 Rd6 42.Cg3 Axg3 43.Axc4 dxc4 44.Rxg3 Rd5 45.Ta7 c3 46.Tc7 Rd4 0–1

Después de 21.Ta1

 

              En 1960, el jugador más genial de la historia conseguía proclamarse CAMPEÓN DEL MUNDO. Esta partida corresponde a dicho match y refleja fielmente la forma de jugar de un jovencito llegado de Riga, que fue capaz de destronar al patriarca soviético Botvinnik. Y es que Botvinnik parecía imbatible, con un juego sólido y sin fisuras... pero sus cimientos no pudieron soportar la fuerza de un huracán llegado del Báltico.

              Ésta fue la segunda victoria del encuentro y sirvió al letón para poner tierra de por medio. Su dominio fue casi absoluto y fue merecedor del triunfo final. La eterna lucha entre el riesgo y la cautela caía del lado del jugador valiente, la belleza se impuso al pragmatismo y el público acogió a su nuevo ídolo entre vítores.

 

 

 

 

 

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