La historia del ajedrez soviético, sobre todo en sus
comienzos, está llena de historias trágicas. En
algunos casos la tragedia sobrevino por los tiempos tan
complicados que se vivieron en el periodo de
entreguerras, pero en otros ocurrió por el excesivo
celo de las autoridades soviéticas o por las nefastas
purgas de Stalin, en la que decenas de ajedrecistas
fueron asesinados junto a otros miles de personas.
El caso de Sergey Belaventes fue distinto, aunque
igual de trágico, ya que dejó el mundo a la temprana
edad de 32 años. Nuestro protagonista nació el 8 de
Julio de 1910, en Smolensk (Rusia). Falleció el 7 de
Marzo de 1942, en Novgorod (Rusia).
Sergey Belavenets conoció el ajedrez a una edad
temprana, en concreto a los 7 años, enseñado por su
tío K. Vygodchikov, que era ajedrecista desde hacia
muchos años. La tradición ajedrecística de la familia
era amplia, por lo que dieron todas las facilidades
posibles al pequeño Sergey para que progresase, algo
que hizo con rapidez convirtiéndose en el terror de los
adultos a los que se enfrentaba.
Los resultados en torneos escolares fueron excelentes,
por lo que se pasó a un entrenamiento más específico.
El joven Belavenets hizo que su nombre se escuchase con
fuerza al obtener el primer puesto en el Campeonato
absoluto de Bielorrusia de 1924, cuando sólo tenía 14
años, actuación que le sirvió para ascender a 1ª
categoría, antesala del título de maestro. Al año
siguiente demostró que nada estaba ocurriendo por
casualidad, ya que logró derrotar a Emanuel Lasker y
Richard Reti en sendas partidas disputadas en sesiones
de simultáneas dadas durante el torneo internacional de
Moscú.
Tras tener grandes actuaciones en su ciudad de origen,
Smolensk, Belavenets se trasladó a Moscú para
completar sus estudios. En la capital pudo participar en
torneos de mayor importancia y empezó a competir con
los jugadores más fuertes del país. Los comienzos no
fueron sencillos, pero con el tiempo su juego se puso a
la altura de los mejores, lo que se tradujo en
importantes victorias como las logradas en el Campeonato
de Moscú en los años 1937 y 1938. Además, trasladó
estas buenas sensaciones al torneo principal del país:
el campeonato absoluto soviético, donde logró
finalizar 5º en 1937 y 3º en 1939. Su progresión no
parecía tener fin y su reputación crecía sin parar, convirtiéndose
en uno de los jugadores más respetados de la URSS.
Como la mayoría de jugadores soviéticos, fue un gran
estudioso y trató de profundizar en la teoría de
aperturas, aunque también estudió en profundidad los
finales. Estaba bien considerado, ya que llegó a ser el
segundo de a bordo de Levenfish. Belavenets compaginaba el ajedrez con su
trabajo como Ingeniero agrícola, en el que obtuvo un
notable éxito... pero esta historia, en apariencia
apacible y tranquila, tuvo un final trágico. En 1941
Sergey Belavenets fue llamado a filas y comenzó a
servir en el ejército soviético durante la II Guerra
Mundial. Llegó a ascender a comandante de pelotón,
pero, lamentablemente, falleció en la batalla de
Novgorod de 1942... Belavenets, cuando fue reclutado,
tuvo un presentimiento y comentó a sus allegados:
"tengo la sensación de que no volveré de esta
guerra".
Dos años antes de su muerte Belavenets había tenido una hija:
Liudmila,
que tuvo que criarse y vivir sin su padre, aunque decidió seguir
sus pasos convirtiéndose en jugadora de
ajedrez. No hay duda de que heredó parte del talento de su
padre, ya que logró ser campeona del Mundo de ajedrez
por Correspondencia en el año 1984.
En su ciudad natal, Smolensk (Rusia), se disputa un
torneo en su memoria desde el año 1984.
Javier
Cordero Fernández
(9
Junio 2013)
BIBLIOGRAFÍA
"The
soviet school of chess" -
Alexander Kotov y Mikhail Yudovich
"Soviet
chess (1917-1991)" -
Andrew Soltis
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