Estamos ante una de esas historias curiosas que abundan
en el ajedrez. Sultan Khan era un siervo de origen
indio, pero cuyo virtuosismo en la versión india del
ajedrez era sobresaliente.
Su amo se trasladó a Inglaterra y allí Sultan Kahn
aprendió las reglas del ajedrez occidental. Rápidamente
comenzó a dominar esta nueva versión del juego y
comenzó a destacar. Al poco tiempo comenzó a disputar
torneos en Inglaterra y más tarde comenzó a recibir
invitaciones para torneos internacionales. Muchos
maestros sucumbieron ante el siervo indio, incluido el
gran Capablanca.
Sultan Khan era analfabeto debido a su condición de
sirviente, pero esto no fue obstáculo para que lograse
grandes éxitos, como ser 3 veces campeón de
Inglaterra. Su carrera finalizó cuando su amo decidió
regresar a La India. Una historia con cierta aire romántico,
donde un simple siervo conseguía escapar de su vida
servil cuando se sentaba ante un tablero, allí dejaba
volar su talento y conseguía los éxitos que en la vida
normal le estaban vetados. |