El siglo XIX y principios del XX fueron tiempos difíciles
para ser ajedrecista... o para desempeñar la mayoría
de profesiones. Muchos maestros intentaron ganarse la
vida con el ajedrez y terminaron viviendo rodeados de
miseria, siempre acosados por las dificultades económicas
y malviviendo. Existen casos muy conocidos, incluso
entre los campeones del mundo, como el de Steinitz o
Lasker.
Curt Von Bardeleben fue abogado de profesión, vivió
periodos fructíferos en su vida que le permitieron
gozar de una posición desahogada e incluso llegó a
poseer la mayor biblioteca de libros de ajedrez de la época.
Sin embargo, el final de su vida fue trágico, sumido en
la miseria se vio obligado a vivir en la indigencia.
Finalmente no pudo soportar tanto sufrimiento y decidió
poner fin a su vida arrojándose por una ventana.
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