El 20 de Enero de 2013 Marcel Sisniega sufrió un ataque
al corazón que puso fin a su vida. Ese día el
ajedrez mexicano perdió a uno de sus máximos
exponentes y a una figura irremplazable, como jugador
del equipo nacional durante muchos años y como escritor
en distintos campos.
Marcel Sisniega dio rienda suelta al arte
que llevaba dentro de dos formas: a través del cine y a
través de un tablero de ajedrez. Comencemos por la
parte que no es más cercana, y que fue la primera de
ellas a la que se dedicó, el paso de Sisniega por el
mundo del ajedrez:
Desde sus primeros pasos en el ajedrez demostró un gran
talento, como demuestran sus dos
buenas actuaciones en el campeonato del mundo juvenil
(7º en 1997, con 8/13, campeonato ganado por Artur
Jussupow; y 6º en 1998, también con 8/13 en un
campeonato ganado por Dolmatov, seguido de Jussupow).
Los éxitos en su país fueron contundentes, logrando el
campeonato nacional en 9 ocasiones. En 1977 logró
el título de MI y en 1992 logró el de GM, un hito
dentro del ajedrez mexicano, ya que este título sólo
lo había logrado con anterioridad Carlos Torre Repetto
(tal vez el mejor jugador de la historia del país), al
que le fue concedido en 1977 (un año antes de su
muerte) al calcular que su rating había alcanzado 2550
puntos elo... y eso que sólo compitió durante unos
pocos años.
Sisniega participó en 6 Olimpiadas representando a
México y apenas se prodigó en los
torneos europeos. A mediados de los 90 abandonó el
ajedrez de competición y se volcó en su labor creativa
en el mundo del cine. Compaginar ambas tareas resultaba
imposible, ya que dirigir una película es una actividad
que dura varios meses y resulta totalmente absorbente,
algo incompatible con la preparación de un Gran
Maestro. Dirigió varias películas, incluso en alguna
de ellas también fue el autor del guión, y escribió
varios libros (como "Crónica personal de un torneo
de ajedrez", donde cuenta su experiencia en el
torneo interzonal de 1985, donde finalizó 9º de 16
participantes y se midió a jugadores de la talla de
Tahl, Timman (ganador final), Speelman o Browne).
Marcel Sisniega fue ante todo un artista y como tal tras
su desaparición nos quedan sus obras, legado
imperecedero en forma de películas y partidas de
ajedrez (en las que siempre se mostró creativo y jugó
con un marcado estilo de ataque).
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