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Un joven con mucho talento

Kramnik, con el pelo largo, en 1994

Costa, Jean Luc - Kramnik, Vladimir

Olimpiada, Manila 1992

1.d4 d5 2.c4 c6 3.Cf3 Cf6 4.Cc3 e6 5.e3 Cbd7 6.Ad2 Ad6 7.Ad3 0–0 8.0–0 dxc4 9.Axc4 a6 10.Dc2 c5 11.dxc5 Cxc5 12.a4 b6 13.e4 Dc7 14.h3 Ab7 15.Tfe1 Ccd7 16.Af1 Tac8 17.Tad1 Db8 18.Db1 h6 19.Ac1 Ab4 20.Cd2 Ce5 21.Ca2 Ac5 22.b4 Ceg4 23.hxg4 Cxg4 24.Cf3 Axf2+ 25.Rh1 Axe1 26.Txe1 Dg3 27.Ae3 f5 28.Ag1 fxe4 29.Txe4 Tf5 30.Txg4 Dxg4 0–1

Después de 22.b4

 

          Vladimir Kramnik es el gran representante del juego posicional en la actualidad, pero esto no siempre fue así. Las partidas de su juventud son realmente sorprendentes y muestran un jugador totalmente distinto, un ajedrecista con ganas de comerse el mundo que dominaba todos los estilos y podía ser muy brillante en su juego.

          Cuando llegó la Olimpiada de 1992 Kramnik tenía 17 años y Kasparov sorprendió a los dirigentes rusos al imponer su participación, algo a lo que muchos se opusieron, aunque la importancia de Kasparov se terminó imponiendo. Dicha Olimpiada fue un hito en la historia, ya que era la primera tras la desaparición de la URSS. Esto supuso la disgregación del equipo soviético, por lo que Rusia tuvo que recomponer su alineación casi al completo. Ya no podían contar con los jugadores de la Olimpiada de 1990, como Ivanchuk (Ucrania), Gelfand y Yudasin (Israel), Jussupow (Alemania) o Beljavsky (Eslovenai), por lo que tuvieron que recurrir a jugadores menos conocidos como Dolmatov, Khalifman o Vyzmanavin. De todas formas, el equipo ruso logró la medalla de oro una ronda antes de finalizar la competición... no en vano seguían contando con Kasparov.

           Kramnik escribió una de las páginas más brillantes de su carrera durante este campeonato, ya que logró firmar un resultado casi inmaculado en el quinto tablero: 8'5 puntos en 9 partidas, jugando varias partidas atractivas desde el punto de vista táctico (como la partida que acompaña a este texto). La nueva estrella rusa cerraba de esta forma cualquier tipo de polémica sobre su llamada al equipo nacional.

           Kramnik era un tipo peculiar en aquella época, alejándose de la definición habitual de deportista: fumaba y bebía en exceso, algo por lo que fue duramente criticado por Mikhail Botvinnik, que por aquel entonces era su maestro en su famosa escuela de Moscú. La ascensión de Kramnik había sido vertiginosa, había logrado ser campeón del mundo cadete y con sólo 17 años recibía ofertas para jugar en todos los torneos del mundo. Por aquel entonces Kramnik sólo era Maestro Fide a pesar de tener 2590 de Elo, pero todos veían en él al sucesor de Kasparov y Karpov... el tiempo se encargaría de diluir esta esperanza, más por sus problemas personales y falta de motivación, que por su ajedrez.

 

 

 

 

 

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