Ser invidente impide realizar las tareas más
insignificantes con normalidad. Por eso, afrontar esa
situación puede llegar a ser muy complicado, incluso
traumático, y sólo se puede hacer con una afán de
superación casi infinito. Dragoljub Baretic es un claro
ejemplo de superación y lucha contra las adversidades,
un invidente que logró competir en el ajedrez
profesional y lo hizo con grandes resultados.
Baretic
logró el título de Maestro FIDE y debemos entender la
dificultad que tuvo que suponer lograrlo. Para una
persona vidente es muy sencillo acceder a cuantiosa
información sobre ajedrez: libros, revistas, programas.
Sin embargo, para un invidente todo son trabas y más en
la época en la que jugaba Baretic. Además, al no ver
el tablero el esfuerzo a realizar en cada partida es
mucho mayor. Por ello, se merece este pequeño
reconocimiento. Baretic es un ejemplo a seguir y una
demostración de que la integración de todas las
personas, ocurra lo que les ocurra, es posible.
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